La ciencia pide a la Comisión Europea tener en cuenta la singularidad del bosque mediterráneo
El bosque mediterráneo sufre una carencia de gestión debida a sus particularidades: baja productividad, aprovechamiento con poca rentabilidad económica, falta de incentivos, inexistencia de industria de la madera y diversos tipos de titularidad, entre los más destacados. Esta situación afecta a su biodiversidad ya los servicios ecosistémicos que proporciona. Por eso, desde la ciencia se reclama una gestión orientada a garantizar retos como su supervivencia, resiliencia y adaptación al cambio climático.
Éste es el punto de partida de la reciente presentación a la Comisión Europea de una serie de recomendaciones políticas, por parte de los socios de 8 grupos de investigación de proyectos Life .
En concreto, se proponen acciones vinculadas a la Estrategia Forestal Europea 2030, para conseguir el apoyo de las políticas públicas europeas en la gestión del bosque mediterráneo, especialmente vulnerable al cambio climático.
Han intervenido activamente los proyectos Adapt Aleppo, Agro for adapt, Forest CO2, Life Resilient forests, MIDMACC , Mix for change, Systemic y Wood for future. El equipo científico al frente de estos proyectos también trabaja en sistemas agrosilvopastorales, con una perspectiva regenerativa y de conservación de los suelos, por lo que reclama también que la política agraria comunitaria debe tener en cuenta las necesidades del área mediterránea.
Las entidades destinatarias de la propuesta son representantes de las direcciones generales de Clima y del Medio Ambiente, especialistas vinculados a los distintos proyectos Life del European Climate Infrastructure and Environment Executive Agency (CINEA), profesionales del European Forest Institute (EFI), de la Confederación europea de propietarios de bosques (CEPF), así como de delegaciones de gobiernos regionales, entre otros.
Las principales recomendaciones que recoge el documento son:
- Mejorar las competencias y la formación de los profesionales de selvicultura en gestión forestal sostenible en el ámbito mediterráneo.
- Incentivar la gestión forestal sostenible, evitando cargas administrativas, y que las políticas agrarias reconozcan adecuadamente los sistemas silviopastorales mediterráneos.
- Promover la acción colectiva de los diferentes protagonistas implicados en el ámbito forestal, que facilite su gestión y su viabilidad.
- Garantizar la conservación de la diversidad genética y realizar su seguimiento, fundamental en un contexto de cambio climático.
- Diseñar, implementar y evaluar las políticas forestales teniendo en cuenta una perspectiva intersectorial y global, facilitando la interacción con las personas implicadas en el ámbito territorial y promoviendo una gobernanza adecuada de las relaciones entre las áreas rurales y urbanas.
Adriana Clivillé
Fuente: CREAF