Innovaciones sociales lideradas por mujeres en áreas rurales marginales de Europa y el Mediterráneo
De acuerdo con las Naciones Unidas, «las mujeres rurales desempeñan una función clave de apoyo a sus hogares y comunidades para alcanzar la seguridad alimentaria y nutricional, generar ingresos y mejorar los medios de subsistencia y el bienestar general en el medio rural. Contribuyen a la agricultura y a las empresas rurales y alimentan las economías tanto rurales como mundiales. Como tales, las mujeres desempeñan un papel activo en la consecución de los Objetivos de Desarrollo del Milenio». Las mujeres rurales representan más de un tercio de la población mundial, sin embargo, en palabras de la FAO «habitualmente se desempeñan en la agricultura de subsistencia, como trabajadoras remuneradas o no remuneradas en granjas familiares o bien a cargo de sus propias empresas, agrícolas o de otro tipo. Por otra parte, las mujeres son las principales encargadas de las tareas domésticas y de cuidado no remuneradas en zonas rurales, razón por la cual son las responsables de las generaciones actuales y futuras de trabajadores tanto en sus hogares como en sus comunidades».
Las mujeres, como innovadoras, participantes o beneficiarias, están jugando un papel importante en la mayoría de innovaciones sociales recogidas por el proyecto SIMRA (Innovación Social en Áreas Rurales Marginales). Desde el desarrollo de cooperativas productivas en Egipto o Turquía, compartiendo sus conocimientos y experiencia en el Reino o Bulgaria, desarrollando sistemas para abordar problemas sociales como la gestión de residuos en Líbano o luchando contra el desempleo en España y Estonia; las mujeres están desarrollando proyectos que mejoran el bienestar en sus comunidades locales.
He aquí una pequeña selección de ejemplos de la base de datos del proyecto SIMRA en los que las mujeres son las protagonistas de innovaciones sociales desarrolladas en áreas rurales marginales de Europa y el Mediterráneo:
La Sucursal de Mujeres de la Cooperativa del pueblo de Vakıflı (Turquía)
En este ejemplo, las mujeres unieron sus fuerzas y conocimientos con el fin de evitar el abandono, debido a la migración y al envejecimiento, de la única localidad armenia en Turquía. El pueblo de Vakıflı, en Hatay, es el único municipio armenio en Turquía. Este pueblo pierde población diariamente, contando en la actualidad con solo 135 habitantes, todos armenios. Dándose cuenta de que el futuro de la localidad estaba en peligro, las mujeres del pueblo se unieron en 2002 para crear la sucursal de mujeres de la iglesia del pueblo. Su propósito era vender sus productos caseros y ecológicos (mermeladas, licores, sirope de granada, aceite de oliva, etc…) a los turistas que visitan la iglesia y poder vivir de ello. Con el tiempo, sus productos comenzaron a venderse en una pequeña tienda en Estambul.
El Centro de Trabajo Inteligente de Konnu (Estonia)
Un grupo de gente local motivada de la comunidad de Konnu abrió un centro de trabajo inteligente para solucionar el problema de desempleo existente en la zona. En él, las mujeres comparten sus conocimientos, trabajos y obligaciones familiares unas con otras, desarrollan sus competencias en equipo y compiten como una unidad de trabajo en el mercado laboral. Las mujeres con una formación más amplia, experiencia laboral y contactos actúan como mentoras trayendo trabajo al centro y organizando cursos de formación y poniendo en marcha proyectos.
Residencia Baba (Bulgaria)
“Baba”, que significa abuela en búlgaro, es una iniciativa que junta a jóvenes urbanos con señoras de edad avanzada en pueblos en vías de despoblación en las Montañas Rhodope en Bulgaria. Esta iniciativa sienta las bases para una intercambio real de conocimientos y cuidados entre jóvenes y ancianas a través del pensamiento creativo y el enfoque etnológico. El resultado es una nueva cualidad de las relaciones humanas entre generaciones, documentación y utilización creativa del folclore local y el emprendimiento de proyectos sociales que ayudan a que los pueblos florezcan de nuevo. 20 jóvenes en paro van durante 4 – 6 semanas a un pueblo remoto a vivir en casas locales antiguas. Allí aprenden artesanía y trabajan juntos con la gente local en la creación de una nueva idea innovadora para un producto, servicio o evento que atraiga un mayor interés hacia el pueblo.
Iniciativa de artesanía de mujeres Badaweya (Egipto)
La primera vez que oímos hablar sobre esta iniciativa fue en un taller organizado por el proyecto SIMRA en Bratislava en 2016. En concreto, este proyecto busca revivir y empoderar a las artesanas beduinas para que inicien su propio negocio, desarrollando sus productos para adaptarlos a las necesidades modernas económicas y vincularlas a los mercados dentro y fuera de la región Sinaí. Este proyecto proporciona a las mujeres formación en competencias técnicas, diseño y emprendimiento, además de ofrecerles sesiones informativas sobre salud, programas de alfabetización y apoyo para el cuidado de sus hijos. Se capacita a las mujeres para crear y gestionar pequeñas cooperativas que ayuden a garantizar el comercio justo, y también se establecen conexiones con proveedores, minoristas justos y una gran variedad de mercados y redes en grandes ciudades tanto egipcias como extranjeras y vía internet.
The Growing Club (Reino Unido)
The Growing Club (el club del crecimiento) es un negocio de moda alternativa para mujeres comerciantes independientes, propietarias de microempresas y fundadoras de organizaciones sin ánimo de lucro. Hay una clara evidencia de que los negocios que tienen un instructor empresarial y tienen estructuras de apoyo in-situ, tienen un mayor crecimiento, pero no todo el mundo puede permitirse un instructor y no todos los instructores entienden las diferentes tareas con las que tienen que lidiar las mujeres. La emprendedora detrás de esta iniciativa social es una madre soltera y propietaria de un negocio, que no encontraba un coach que comprendiera realmente lo que ella quería conseguir. Ella, autónoma, desarrolló esta iniciativa en Galgate (un pueblo al sur de Lancaster) con el objetivo de ayudar a las mujeres que luchan en zonas rurales, quienes a menudo son ignoradas por los servicios de apoyo a las empresas, o cuyos negocios muchas veces son desestimados como estilo de vida, al tiempo que hacen funcionar sus negocios desde casa, conciliando vida familiar y laboral. Las mujeres inscritas en el programa son seleccionadas desde diferentes plataformas, como organizaciones que luchan contra el abuso doméstico, que trabajan con gente con problemas de salud mental, o con personas que han salido recientemente de prisión y están buscando una segunda oportunidad para integrarse en la sociedad.
Integra Todos – Costurízate (España)
Detrás de esta iniciativa hay otra gran emprendedora. Con la idea de crear oportunidades de integración en el área montañosa de la Sierra del Segura (Albacete), una joven de la zona fundó una asociación para impulsar el desarrollo local, y posteriormente creó una empresa local dedicada a actividades productivas mientras formaba a personas en riesgo de exclusión a desarrollar habilidades sociales y laborales. Más de 50 mujeres han participado hasta la fecha en su primer proyecto productivo, Costurízate, centrado en la formación para el desarrollo de habilidades en el sector textil.
Empoderamiento Económico de Mujeres en Áreas Rurales(Líbano)
Las mujeres de la región de Bekaa se unieron para crear una cooperativa para la transformación de los excedentes agrarios producidos en la zona, en productos con una mayor vida útil y con un valor añadido. Recibieron formación para elaborar productos dentro de los estándares marcados por el mercado internacional. Esta iniciativa ha dado la posibilidad de transformar antiguas recetas en fórmulas estandarizas usando indicadores de producción. Además, han perfeccionado sus propias habilidades para gestionar, producir y planificar su propia producción. La cooperativa ha alcanzado el nivel de producción suficiente para exportar a los mercados internacionales y competir con otros productos.
Aprendiendo-creciendo-viviendo con ganaderas y agricultoras (Italia)
En el Tirol del Sur, un grupo de ganaderas y agricultoras ofrecen servicios de cuidados de niños y ancianos en sus granjas, lo que diversifica sus ingresos a la vez que fomenta la interacción de niños y ancianos con la naturaleza. De este modo, la granja se expande como un lugar de enseñanza, ofreciendo una herramienta complementaria y alternativa a la educación ambiental; alejándose de la educación clásica sobre el medio ambiente y la naturaleza hacia una integración directa con los recursos agrarios y el ambiente como elementos de formación, la granja aspira a estimular la curiosidad de los niños en la formación, así como desarrollando su conciencia hacia los recursos ambientales, sostenibles y rurales. El servicio de guardería incluye cuidado adaptado individual, acogiendo hasta a seis niños por granja, horario flexible, integración en la estructura familiar, y la transmisión de valores tradicionales y culturales, educación ambiental, y cuidado en épocas festivas y en diferentes eventos. Además, garantiza un servicio fundamental cerca de casa en una zona de montaña donde no hay gran disponibilidad de servicios y donde, si no fuera por esta iniciativa, muchas familias tendrían que desplazar a sus hijos a varios kilómetros de su casa para poder dejárles con alguien mientras trabajan.
La Llamada de la Tierra (comunidad para el sistema de reciclado) (Líbano)
Cuando la recogida de desechos fue abandonada por las autoridades a mediados de los años 90, una mujer, -Zeinab Mokalled-, instaló un sistema de recogida de basuras en equipo a base de llamar a las mujeres del pueblo para ayudarle a ir puerta por puerta. Las mujeres crearon un sistema de reciclado completo con sus propios recursos (empleando por ejemplo sus propios corrales como área de almacenamiento para el reciclaje de desechos). En 1998, las mujeres formalizaron sus esfuerzos creando una ONG: Nidaa Al Ard. La organización está prosperando, y estudiantes y activistas visitan frecuentemente el proyecto para aprender. Pueblos cercanos, como Kaffaremen o Jaarjoua, están adoptando ahora sistemas similares.
Artículo escrito con Diana Valero y publicado originalmente en inglés el 9 de marzo de 2018 en el blog del Proyecto SIMRA (Innovación Social en Áreas Rurales Marginales).
Fuente: Mallata.com