Herramientas para la Metodología Campesino a Campesino innovación pedagógica para construir saberes agroecológicos
En el contexto de agricultura familiar campesina ¿Qué propuesta pedagógica es pertinente? En América Latina, el 86% de las unidades de producción agraria son de subsistencia familiar o consideradas de bajos insumos, cultivadas por campesinos nativos que junto con la tierra heredaron la cultura de generaciones anteriores. En África, todavía hay países con balances positivos de población rural respecto a la urbana, la producción local sigue siendo básica para la alimentación de millones de familias campesinas y el trueque es una forma vigente de intercambio. En ambas regiones hay un denominador común: el peligro de que modelos expansionistas de desarrollo ahoguen sus economías locales.
El desarrollismo galopante que impera en la agricultura necesita también de un modelo pedagógico que responda a sus intereses. Al igual que la globalización del sector agrícola separa y polariza cada vez más a los agricultores en ricos y pobres, los métodos utilizados para llevar el conocimiento de los centros de investigación a la parcela campesina diferencia a los ‘dueños del conocimiento’ de los ‘necesitados de conocer’. Con esta percepción del desarrollo rural, donde lo económico es la dimensión fundamental, hoy se implementan complejos programas de capacitación y proyectos para la transferencia de paquetes tecnológicos y soluciones externas para problemas locales. Lógicamente, los medios, métodos y la misma gestión del conocimiento se fundamentan en lo que puede llamarse como ‘pedagogía de la dependencia tecnológica’.
Sin embargo, desde otra interpretación se aprecia que las Unidades de Producción Familiar (UPF) presentan una compleja estructura agroecológica, social y cultural, expresada en su agrodiversidad y sistema de conocimientos, que las hace más adaptables a las condiciones locales.
Numerosas organizaciones que trabajan el ámbito rural utilizan dos modelos de aprendizaje: el enseñar-aprender, propio del ‘extensionismo agrario’ convencional, y otro de compartir-construir, que se apoya en el diálogo de saberes y los intercambios de conocimientos, donde todos aprenden y mejoran su práctica con un carácter reflexivo. Por ello es necesario preguntarse: ¿qué propuesta pedagógica es la que promueve una agricultura familiar sostenible?
La respuesta no es única, porque se ha avanzado considerablemente en metodologías para el desarrollo rural, y algunas de ellas se centran en la transmisión de conocimientos, otras en la innovación y experimentación local, mientras que otras articulan estos dos propósitos. Se puede decir que, por su impacto en muchos países, hoy es posible hablar de la Metodología Campesino a Campesino (MCaC) como una vía que ha conseguido desarrollar y replicar UPFs sostenibles a través de procesos de experimentación campesina (innovación local) y promoción participativa de experiencias agroecológicas
Un ejemplo de los que estamos comentando es la Escuela Campesina MIultimedia una metodología de comunicación horizontal donde los campesinos y las campesinas son protagonistas en el proceso de generar y compartir tecnologías.
Campesino a Campesino libera en este ejmplo el conocimiento y despierta el entusiasmo para descubrir, recuperar y socializar los saberes íntimamente ligados al territorio, a la memoria y a las condiciones socio-históricas.
Adjuntamos el enlace al video-curso completo de la Escuela Campesina Multimedia desarrollado por el ANAP Cubano junto co0n la Vía Campesina com ejemplo de un proceso normativo tan necesario.
http://agroecologia.espora.org/2015/09/16/introduccion-general-de-la-compilacion/